Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilus

Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario

De autor anónimo y melena natural, el Cristo caído fue titular de la antigua cofradía de los cocheros, también llamada de Jesús Nazareno el Pobre, erigida a fines del siglo XVII en el antiguo convento de San Francisco Casa Grande (Ex-Capitanía General). La imagen, datable en esta época, pasó al de Santa Isabel la Real tras la desamortización. Simón de Cirene realza la humanidad de un tema de gran popularidad devocional.
En la Semana Santa del año 2002 estrenaba la hermandad del Rosario este nuevo paso. De estilo barroco y madera de cedro para dorar y policromar, está realizado por Guzmán Bejarano. La canastilla tiene un diseño valiente, con grandes entrantes y salientes y con cuatro cartelas en los centros de frente, trasera y laterales con colgantes de flores y frutas. La canastilla se remata con una crestería con adornos. El paso se ilumina con cuatro candelabros de siete luces con brazos de doble vuelta o cuerno de carnero. Los respiraderos tienen un gran baquetón con cabezas de ángeles y maniguetas caladas. En las cuatro esquinas lleva ángeles mancabos. El pasado año comenzó a dorarse el paso, trabajo que ya veremos concluido en el canastillo en esta Semana Santa. También estrenaba el pasado año las cartelas de los respiraderos, que recogen los escudos de las órdenes dominica y franciscana y momentos de la Pasión relacionados con el resto de hermandades del barrio. Hasta la realización de este paso, Jesús de las Tres Caídas salía a las calles en un paso neobarroco de madera tallada y dorada que fue realizado en los años cuarenta para la Virgen del Rosario y posteriormente restaurado.
Le acompaña su banda, la de Cornetas y Tambores Jesús de las Tres Caidas.

Le acompaña la Virgen del Rosario, de Miguel Zúñiga (1985), retallada por Hernández León (1995), que sustituye a otra Dolorosa de López Azaustre (1970) y a otros desfiles del Sábado Santo con la Virgen de Lepanto. Bajo palio de malla, constituye la devoción dominica por excelencia, pregonada por los tintineantes rosario que cuelgan de sus varales.
El palio destaca por su conseguida armonía y belleza. Los respiraderos fueron realizados por Orfebrería Triana en el año 1990 en metal plateado, y los varales, jarras y violeteras por Manuel de los Ríos. La peana y brazos de cola son de Orfebrería Mallol, realizados entre los años 1992 y 1993, Las caídas, en malla de oro, fueron bordadas en oro y seda por el taller de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Por su parte, el espléndido y llamativo techo de palio, fue bordado en 1994 por García y Poo. Entre los adornos del paso, cada año llaman la atención los doce rosarios que cuelgan de los varales del paso, y que recuerdan la advocación mariana de la cofradía.
Le acompaña, Nuestra Querida Banda, Virgen de la Soledad de Cantillana (Sevilla)